Consultas específicas

La información de una Carta Astral es tan extensa que una vez confeccionada se pueden hacer consultas puntuales sobre los aspectos materiales, psicológicos y espirituales del momento personal.

 

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En California hay un astrólogo llamado Richard Tarnas –persona muy relacionada con la psicología transpersonal- que sugiere que realizar psicoterapia sin contar con la astrología es como entrar en una gruta sin llevar una antorcha. A mi parecer el símil es muy bueno, pues la terapia de la mente halla un equivalente en el adentrarse en una gruta que desciende hacia el centro de la tierra, y la astrología es una buena antorcha para sondear qué es lo que podemos encontrar allí dentro. Richard Tarnas, autor del libro The Passion of the Western Mind, es una persona muy ligada a Stanislav Grof. De hecho, su tesis doctoral, titulada LSD in Psychotherapy, era un estudio pionero sobre el trabajo del renombrado psicólogo transpersonal. Desde hace más de 20 años Grof y Tarnas han mantenido una relación casi diaria, desarrollando un principio de marco teórico que relaciona los tránsitos astrológicos con la práctica de la psicología transpersonal.

La psicología transpersonal no tan sólo es un marco teórico. Es también un modelo terapéutico que reconoce la figura del curador interior, el poder sanador de la propia psique que emerge en las sesiones en las que el paciente se zambulle en su inconsciente. La inmersión en el inconsciente, ya sea a través de la respiración holotrópica o mediante catalizadores psiquedélicos, permite experimentar aquello de desconocido que hay en nuestra mente, los traumas ocultos que determinan nuestros tics cotidianos así como abrir la conciencia a los reinos transpersonales y místicos de la mente.

La práctica de la psicología transpersonal incluye también entrevistas personales para la preparación de la sesión y, aunque no es práctica común que el terapeuta interprete los símbolos que emergen del inconsciente –sino que ofrece un marco para que la persona reconozca e integre su significado en su vida-, las entrevistas posteriores a una sesión pueden ayudar a asentar lo que ha emergido en la sesión holotrópica.

 

El sanador interior que despertamos en la sesión saca a la luz aquello que en cada momento es más urgente para la integración y comprensión de nuestra psique, aquello para lo que estamos listos en cada momento, o lo que en nuestro proceso vital necesitamos abrazar e integrar en la parte consciente de la mente.

Vistas así las cosas parece que para que una sesión cunda en lo que nos puede aportar, conviene dejarnos ir y estar a disposición de la sabiduría de este proceso interno que escoge en cada momento la temática que más le apetece trabajar. Aunque esta toma de poder por parte de este personaje misterioso nos pueda parecer inoportuna, rompiéndonos los esquemas e intenciones que podíamos tener para trabajar en una sesión, podemos considerar que el cooperar con lo emergente es la vía más fácil para quemar etapas, en lugar de oponernos a “lo que viene” con los espejismos y deseos de nuestra consciencia ordinaria.

Rick Tarnas, compañero inseparable de Stanislav Grof –creador de la técnica de la respiración holotrópica-, encontró que había una correlación entre lo que los astrólogos llaman tránsitos y la temática de la experiencia de inmersión en el inconsciente. El origen de las investigaciones vino al comprobar que un mismo paciente, en unos pocos días de separación, experimentaba contenidos temáticos muy diferentes en sus sesiones a pesar de que el contexto de su vida y su situación personal variaban poco en un periodo tan corto de distancia. Otro apunte que la astrología aportó a la terapia con sustancias psiquedélicas –“reveladoras de la mente”- se dio en Praga, ciudad en la que Stanislav Grof llevó a cabo sus primeras investigaciones en el campo de la psicología transpersonal. Sin estar aún interesado en la astrología, un día una persona analizó los tránsitos sobre las cartas natales de sus pacientes y predijo con exactitud aquellos que experimentarían mejora después de la sesión y cuáles serían los que no avanzarían en el proceso de autoconocimiento e integración.